sábado, 15 de novembro de 2014

Homenagem a Manoel de Barros

 Manoel de Barros, grande poeta de língua portuguesa, brasileiro,  deixou-nos há poucos dias aos 97  anos de idade. Já me referi a ele e à sua poesia neste blog, já aqui transcrevi poemas seus. Hoje, venho prestar-lhe homenagem, publicando alguns poemas seus, escolhidos entre os mais curtos, por razões práticas, mas a meu ver elucidativos quanto à sua poética, tão radicalmente original. As suas palavras são coisas da vida, oriundas do sol e do vento, possuídas pela cor forte das flores e dos rios. E subitamente saem com naturalidade da boca das pessoas, são a voz natural das gentes e o som vivo dos animais. E no entanto as coisas , os animais , as pessoas entram diretamente nos poemas como se sacudissem as palavras que as quereriam ir dizendo. Há nesta poesia uma intimidade extrema entre as palavras, as coisas, as gentes, que nos mostra tudo isso á luz do microscópio mágico que é afinal a voz límpida e livre de um poeta sem margens.

POEMAS de Manoel de Barros
1.

O poema é antes de tudo um inutensílio.

Hora de iniciar algum
convém se vestir roupa de trapo.

Há quem se jogue debaixo de carro
nos primeiros instantes.

Faz bem uma janela aberta
uma veia aberta.

Para mim é uma coisa que serve de nada o poema
enquanto vida houver.

Ninguém é pai de um poema sem morrer.
                     (do livro  “Arranjos para assobio”)

2.

Eu sou o medo da lucidez.
Choveu na palavra onde eu estava.
Eu via a natureza como quem a veste.
Eu me fechava com espumas.
Formigas vesúvias dormiam por baixo de trampas.
Peguei uma ideias com as mãos ─ como a peixes.
Nem era muito que eu me arrumasse por versos.
Aquele arame do horizonte que separava o morro do céu
            estava rubro.
Um rengo estacionou entre duas frases
Um descor
Quase uma ilação do branco.
Tinha um palor atormentado a hora.
O pato dejetava liquidamente ali.
                        (do livro  “O guardador de águas”)

3.

Sou um sujeito cheio de recantos.
Os desvãos me constam.
Tem hora leio avencas.
Tem hora, Proust.
Ouço aves e beethovens.
Gosto de Bola-Sete e Charles Chaplin.

O dia vai morrer aberto em mim.
                        (do livro  “Livro sobre nada”)

4.

Retrato do artista quando coisa: borboletas
Já trocam as árvores por mim.
Insetos me desempenham.
Já posso amar as moscas como a mim mesmo.
Os silêncios me praticam.
De tarde um dom de latas velhas se atraca
em meu olho.
Mas eu tenho predomínio por lírios.
Plantas desejam a minha boca para crescer
por de cima.
Sou livre para o desfrute das aves.
Dou meiguice aos urubus.
Sapos desejam ser-me.
Quero cristianizar as águas.
Já enxergo o cheiro do sol.
                        (do livro  “Retrato do artista quando coisa”)

5.

Deus disse: vou ajeitar a você um dom:
Vou pertencer você para uma árvore.
E pertenceu-me.
Escuto o perfume dos rios.
Sei que a voz das águas tem sotaque azul.
Sei botar cílio nos silêncios.
Para encontrar o azul eu uso pássaros.
Só não desejo cair em sensatez.
Não quero a boa razão das coisas.
Quero o feitiço das palavras.
                        (do livro  “Retrato do artista quando coisa”)

6.
Formigas

Não precisei de ler São Paulo, Santo Agostinho,
São Jerônimo, nem Tomás de Aquino, nem São
Francisco de Assis ─
Para chegar a Deus.
Formigas me mostraram Ele.

( Eu tenho doutorado em formigas.)
            (do livro  “Ensaios fotográficos”)

7.
Sonata ao Luar

Sombra Boa não tinha e-mail.
Escreveu um bilhete:
Maria me espera debaixo do ingazeiro
quando a lua tiver arta.
Amarrou o bilhete no pescoço de cachorro
e atiçou:
Vai, Ramela, passa!
Ramela alcançou a cozinha num átimo
Maria leu e sorriu.
Quando a lua ficou arta Maria estava.
E o amor  se fez
Sob um luar sem defeito de abril.
            (do livro  “Poemas rupestres”)

8.
Garça

A palavra garça em meu perceber é bela.
Não seja só pela elegância da ave.
Há também a beleza letral.
O corpo sônico da palavra
E o corpo níveo da ave
Se comungam.
Não sei se passo por tantã dizendo isso.
Olhando a garça-ave e a palavra garça
Sofro uma espécie de encantamento poético.
             (do livro  “Poemas rupestres”)

Economicismo

Divulgo hoje um texto da autoria  do economista argentino Alfredo Zaiat, publicado no jornal Página/12 (de Buenos Aires). É um texto simples que nos ajuda a compreender algumas das raízes do economicismo dominante, ideologia de ocultação da realidade social e de conservação do capitalismo, expressão da deriva neoliberal. Economistas - é o título do texto. Sigamo-lo.

“ La figura del economista ha adquirido un espacio desproporcionado en la consideración pública como analista, promotor y actor principal de la gestión de políticas. Es una distorsión que inunda de confusiones la interpretación de los acontecimientos económicos y sociales. El origen de esa desviación no se encuentra en la expansión de las finanzas, el desarrollo mediático y la ansiedad social por saber qué va a pasar, sino en la formación del profesional dedicado a estudiar la ciencia económica que luego se desempeña en el sector público y privado. Esa (de)formación no es accidental, sino que es la expresión de las relaciones de poder en un determinado contexto histórico. Es una crisis global sobre cómo se despliega el saber económico. La debacle económica en los países centrales provocó el cuestionamiento a postulados que hasta hace pocos años eran considerados sagrados. Mientras la recesión, el estancamiento y el default sucedían en la periferia del capitalismo, el debate se dispersaba en culpar a gobiernos y políticos, pero cuando alcanzó a Europa y Estados Unidos la critica se orientó también hacia el rol de los economistas y qué se estudia en la universidad. La impugnación adquirió intensidad porque los conocimientos convencionales no brindan herramientas para comprender por qué estalló la crisis en el centro y, en especial, por qué las propuestas tradicionales no sirven para salir del atolladero, sino que lo agudizan.
Desde la irrupción a mediados de año del “Llamamiento internacional de estudiantes de Económicas a favor de una enseñanza pluralista” se han ido sumando hasta totalizar 65 asociaciones de 30 países. El manifiesto suscripto comienza así: “No es sólo la economía mundial que está en crisis. La enseñanza de la economía está en crisis también, y esta crisis tiene consecuencias mucho más allá de los muros universitarios”. La mecha de esta rebelión la encendieron los estudiantes de Economía de la Universidad de Manchester, que crearon una sociedad llamada “Post-Crash Economics” para denunciar que sólo se les enseñaba una visión neoliberal de la economía y exigir cambios en sus planes de estudios. Desde entonces, decenas de asociaciones de estudiantes de todo el mundo se han ido sumando a la iniciativa.
El documento (www.isipe.net/open-letter/) plantea que es el momento de reconsiderar la forma en que se enseña economía, puesto que la falta de diversidad no sólo perjudica la educación y la investigación, sino que limita la capacidad para lidiar con los desafíos del siglo XXI. “El mundo real debe ser traído de nuevo a las clases, así como el debate y un pluralismo de teorías y métodos. Este cambio ayudará a renovar la disciplina y, en última instancia, a crear un espacio en el que las soluciones a los problemas de la sociedad se puedan generar”, indican. Explican que el pluralismo no sólo ayudará a enriquecer la enseñanza y dar un nuevo impulso a la disciplina, sino que conlleva la promesa de traer de vuelta a la economía al servicio de la sociedad. Plantean que tres formas de pluralismo (teórico, metodológico e interdisciplinario) deben estar en el centro de los planes de estudio. El teórico, para ampliar la gama de corrientes de pensamiento representadas en los planes de estudio, alentando el debate y el aprendizaje críticamente de las ideas. Afirman que la uniformidad “es algo inaudito en otros campos; nadie tomaría en serio un programa de grado en Psicología que se centre sólo en Sigmund Freud o un programa de Ciencia política que estudie sólo el socialismo de Estado”. El pluralismo metodológico implica la necesidad de ampliar la gama de herramientas que los economistas emplean para lidiar con cuestiones económicas. Está claro que las matemáticas y las estadísticas son cruciales para esta disciplina. Pero, con demasiada frecuencia, los estudiantes aprenden a dominar los métodos cuantitativos sin tener que discutir por qué deben ser usados, la elección de los supuestos y la aplicabilidad de los resultados. La enseñanza de la economía debe incluir además enfoques interdisciplinarios, puesto que la economía es una ciencia social; y fenómenos económicos complejos rara vez se pueden entender si se presentan en un vacío, separados de sus contextos sociológicos, políticos e históricos.
La insatisfacción ante la labor de los economistas también está presente en la corriente liberal. Uno de sus miembros, el dominicano Frederic Emam–Zadé Gerardino, publicó Los economistas como armas de destrucción masiva. Afirma que “los economistas no sabemos tanto como le hacemos creer a todo el mundo, y no debemos ser tan economicistas en nuestros enfoques y diseños de políticas públicas. Las personas no piensan sólo en términos económicos, ni son tan racionales como supone la mayoría de las teorías económicas, ni la realidad es tan simple como para sintetizarla en unas cuantas ecuaciones, ni siquiera en miles o cientos de miles de ecuaciones”. Observa que “esperar que la realidad vaya a comportarse de la misma manera que los números reaccionan a las variaciones de otros números en una hoja de cálculo en una computadora no tiene fundamento científico y el economista que pretenda que tiene ese conocimiento, es un peligro público”.
Desde otra posición del pensamiento económico, el documento de debate “Enseñanza y ensañamiento del neoliberalismo en la Facultad de Ciencias Económicas-UBA”, elaborado por Andrés Asiain, Rodrigo López y Nicolás Zeolla, también aborda el abuso de las matemáticas en el análisis económico. Calcularon que, en el plan de estudios de esa facultad, el 16 por ciento de la carga horaria de la carrera está compuesta por la enseñanza de matemáticas, y sube a casi el 30 por ciento si se agrega estadísticas y econometría. Comparan ese porcentaje con el destinado a la ciencia política o a la sociología, que no supera en cada caso el 3 por ciento, concluyendo que la utilización excesiva de las matemáticas es el resultado de un proceso que buscó separar a la economía de la política y los conflictos sociales para presentarla como un conjunto de conocimientos científicos presuntamente neutrales. “De esta manera se infunde en el estudiante una formación tecnocrática que elude discutir las implicancias políticas y sociales de las diferentes teorías económicas. Esta prestidigitación fue funcional al avance acrítico de la escuela neoclásica, cuyas recomendaciones de políticas de libre mercado favorables para una determinada minoría de la sociedad global, y en desmedro de las mayorías mundiales, fueron implementadas bajo el disfraz de que se trataba de medidas técnicas que eran el resultado de rigurosos análisis científicos”, señala esa troika de investigadores. Menciona a la vez que la descontextualización entre la realidad económica nacional y la formación que reciben los economistas se evidencia “en hechos insólitos como que la mayor parte de los egresados no haya estudiado la explotación de recursos naturales vitales para el país, como el petróleo y la minería. También se encuentra ausente el estudio de las economías regionales, así como el de las economías latinoamericanas”. El resultado es que el egresado de la carrera carece de elementos para comprender el funcionamiento de la economía argentina, ámbito central donde debería desarrollar su profesión.
Esta controversia de alcance mundial, a partir de la crisis en los países centrales sobre la formación y actuación de los economistas, es un marco conceptual inicial para abordar lo que parece incomprensible: la sucesión de papelones de gran parte de los economistas locales, analizando los diferentes acontecimientos económicos.”