O diário espanhol El País publica hoje uma entrevista que Juan José Millás fez a Felipe González. Entre as muitas perguntas, destaco duas, com as respectivas respostas:
-¿Estamos viviendo un totalitarismo del mercado?
-Exacto, no quería ser tan duro, pero así es. En lugar de dictar tú la norma para que el mercado funcione, el mercado te impone la norma para sobrevivir (que, por cierto, es la ausencia de norma). Y eso es lo peor, porque el mercado sin reglas te pide hoy lo contrario de lo que te va a pedir mañana. O de lo que te pidieron ayer, que era que rescataras la mano invisible del mercado de la propia catástrofe que había generado. Esto es, que hagas intervencionismo del más descarado a costa del contribuyente o del ahorrador, para rescatar al mercado. Sitúate en la piel de Obama: debo poner primero setecientos mil millones, después ochocientos ochenta mil, total, dos billones de dólares solo para salir de esa catástrofe provocada por el sistema financiero sin reglas. Muy bien. Y una vez que pongo ese dinero, puro erario público, puro endeudamiento, y usted ya está rescatado, ahora me exige que reduzca dramáticamente el déficit y el endeudamiento al que he llegado para rescatarlo. Me pide que me endeude y después me exige que me desendeude o me penaliza. Esto es lo incomprensible de la situación que estamos viviendo. Si se tuviera poder y decisión para regular el funcionamiento del sistema financiero, no volvería a ocurrir lo que ha ocurrido y devolverían el dinero público que se les ha entregado.
-Está muy claro, se está pagando con nuestros impuestos una crisis que no hemos provocado nosotros. ¿No es como para tomar las armas?
-Sí, sí, produce una revuelta... Estamos incubando la siguiente crisis financiera y la diferencia con esta será que los ciudadanos ya no tolerarán que haya centenares de miles de millones de dólares para rescatar a los banqueros de sus propios errores. Probablemente, estamos ante la última oportunidad de una reforma seria del funcionamiento del sistema.
1 comentário:
´tem mais a ver com um totalitarismo dos consumos
os mercados desregulados apenas alimentaram a vontade de ~centenas de milhões de especuladores
foi uma desregulação política a nível global que o permitiu
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