No site do jornal espanhol Público o intelectual e politólogo brasileiro Emir Sader publicou o texto “La gran polarización de la era neoliberal”, no passado dia 12/10/2014. É mais um comentário esclarecedor sobre as eleições brasileiras, sobre o que representam as duas candidaturas em confronto. Eis o texto:
“Nuevamente se
enfrentan en Brasil el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Social Democracia
Brasileña (PSDB). Se trata de una repetición burocrática del
pasado. ¿Refleja una falta de renovación en la política? ¿O es la misma
realidad que permanece y plantea a Brasil —y a América Latina— las mismas
alternativas?
El Gobierno de Cardoso
y los gobiernos del PT han polarizado la vida política brasileña de los últimos
20 años, ya que se corresponden con las alternativas centrales de nuestro
tiempo: neoliberalismo frente a antineoliberalismo. El primero ha representado,
de forma ortodoxa, un programa neoliberal que logró contener la inflación, pero
al precio de un acentuado proceso de exclusión social que acabó
volviendo a ella y con el país en una profunda y prolongada recesión.
Los gobiernos del PT se
han constituido en base a las siguientes premisas antineoliberales:
a) Modelo de desarrollo
económico con distribución de renta en lugar de la prioridad del ajuste
fiscal.
b) Prioridad de la integración regional y los intercambios Sur-Sur, con el rechazo a los Tratados de Libre Comercio con EEUU.
c) Rol activo del Estado como inductor del crecimiento económico y garantía de los derechos sociales, en contra de la centralidad del mercado.
b) Prioridad de la integración regional y los intercambios Sur-Sur, con el rechazo a los Tratados de Libre Comercio con EEUU.
c) Rol activo del Estado como inductor del crecimiento económico y garantía de los derechos sociales, en contra de la centralidad del mercado.
Desde entonces las
alternativas de Brasil han girado alrededor de ese eje: neoliberalismo o
antineoliberalismo. La derecha no ha encontrado alternativa, aunque haya
esbozado un camino distinto con José Serra, en la campaña de 2010, para volver
al mismo cauce del Gobierno de Cardoso. Eduardo Campos llevó
al Partido Socialista Brasileño (PSB) a romper con el PT, pero tanto él como
Marina Silva recayeron en alianzas estratégicas con el PSDB alrededor de
propuestas de neto corte neoliberal.
La izquierda radical
tampoco ha logrado formular un proyecto alternativo al del PT, que le
permita aglutinar fuerzas propias, permaneciendo —como se ha confirmado en
estas elecciones— como partidos sin capacidad de constituir una fuerza propia y
así romper la polarización fundamental del campo político. Éste sigue
reflejando la gran polarización del período histórico actual, entre neoliberalismo
y posneoliberalismo.
Por esas razones,
parece redundante la oposición entre PT y PSDB, porque corresponde a la
era neoliberal, todavía hegemónica a escala mundial y en América Latina.
Teóricamente se puede divagar sobre el problema, pero la realidad es implacable
y determina los proyectos que corresponden a la situación concreta del período
histórico actual. El resto queda en el papel.
Los gobiernos
progresistas latinoamericanos, con sus particularidades, corresponden a esa
polarización. Por ello perduran en el tiempo. Hugo Chávez y las fuerzas que lo
suceden en Venezuela. Evo Morales en Bolivia. El kirchnerismo en Argentina. El
Frente Amplio en Uruguay. Rafael Correa en Ecuador. El PT de Lula y Dilma en
Brasil.
Porque son gobiernos
que contestan al desafío más grande de nuestra época: la superación del
neoliberalismo y la construcción de alternativas a ese proyecto de
radicalización del capitalismo. La polarización de hoy actualiza la
contradicción fundamental de Brasil y América Latina contemporáneos, entre
neoliberalismo y posneoliberalismo.”
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